No se puede obviar lo evidente. Los tiempos que vivimos exigen nuevas respuestas y planteamientos que nos obligen a ver la realidad que vivimos. Hasta 1950 se creía que una familia estaba compuesta por “padre”, “madre” e “hijos”. Sin embargo, a partir de esos años, y lentamente, se produjo un cambio paulatino que nos tiene en la actualidad frente a una nueva realidad: Parejas que desean vivir juntos y tener un proyecto de vida, pero donde deciden no incluir hijos.
Orientación Familiar
Pedir ayuda es la mitad de la solución
Parejas sin hijos, la nueva tendencia
No se puede obviar lo evidente. Los tiempos que vivimos exigen nuevas respuestas y planteamientos que nos obligen a ver la realidad que vivimos. Hasta 1950 se creía que una familia estaba compuesta por “padre”, “madre” e “hijos”. Sin embargo, a partir de esos años, y lentamente, se produjo un cambio paulatino que nos tiene en la actualidad frente a una nueva realidad: Parejas que desean vivir juntos y tener un proyecto de vida, pero donde deciden no incluir hijos.
El problema de definir una familia “normal”
Para algunas personas definir “familia” parece no ser un problema porque enseguida piensan en lo tradicional y a partir de allí plantean sus conceptos y conclusiones. Sin embargo, el problema no es tan simple. El gran problema es establecer el criterio de “normal”. La normalidad siempre ha sido un problema para las humanidades, la psicología, la psiquiatría y otras ciencias afines.
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