Salud mental y orientación

La salud mental es tan importante como la salud física. Lamentablemente se hace un sobre énfasis en la salud física y se descuida totalmente la salud mental.



Existe, de manera infundada, un estigma en relación a la salud mental. Se piensa que cuando alguien tiene un problema psicológico o emocional es señal de algo muy malo si consulta a un especialista. Es más, cuando se le sugiere a alguien que consulte a un especialista, la reacción suele ser defensiva con expresiones “no estoy loco” o “no necesito ayuda”.

La realidad, es que todos podemos tener un momento conflictivo donde nuestra salud mental se vea afectada y sea necesario la intervención de una persona especializada. Los orientadores pueden ser vitales para derivar a las personas al especialista adecuado que pueda ayudar en la estabilidad emocional y mental de alguien.

La salud mental tiene que ver con tres ejes fundamentales:

• ¿Cómo nos sentimos con nosotros mismos?
• ¿Cómo nos sentimos con respecto a los demás?
• ¿Cómo enfrentamos las dificultades que nos toca vivir a diario?

Cuando la salud mental es adecuada, entonces, no tenemos dificultades para enfrentarnos a estos tres ejes de una manera óptima, sin embargo, cuando ocurre al contrario y hay algún elemento de desestabilidad mental, la forma de afrontar estos ejes nos indicará cuán necesario sea la intervención de un especialista.

Una persona con buena salud mental:

• Piensa por sí misma y actúa con independencia en la toma de sus decisiones.
• Se prepara adecuadamente para enfrentar las situaciones y problemas cotidianos.
• Es una persona auténtica, que no finge ser alguien que no es.
• Sabe con claridad que es lo que puede dañarle física y psicológicamente, y establece límites adecuados.
• Es una persona que se integra en su comunidad, en actividades positivas. No es aislada ni solitaria.

Cuando alguno de estos aspectos se ve alterado, entonces, es evidencia de que algo malo ocurre en la salud mental de una persona.

Síntomas como ansiedad, compulsión, insonmnio, estrés, incapacidad de concentración, irritabilidad, aislamiento, daños a sí mismo, violencia, etc. pueden indicarnos que algo está ocurriendo en la vida de esa persona que amerita un diagnóstico que permita establecer qué es lo que se debe hacer.

La salud mental debe ser cuidada, de otro modo, el deterioro puede ocasionar muchos problemas al individuo, en algunos casos, de manera irreversible.

Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez